La Gestión de red se define como el conjunto de actividades dedicadas al control y vigilancia de recursos de telecomunicación. Su principal objetivo es garantizar un nivel de servicio en los recursos gestionados con el mínimo coste.
La Gestión de red debe responder a tres preguntas: - ¿Qué objetivos se persiguen?
- ¿De qué recursos se dispone?
- ¿Cómo se van a cumplir los objetivos?
Los métodos de gestión de red deben ser puestos en práctica mediante la organización de un Centro de Gestión de Red, que va a disponer de tres clases de recursos:
- Métodos de Gestión.
- Recursos humanos.
- Herramientas de apoyo.
Las Áreas Funcionales de Gestión
La ISO clasifica las tareas de los sistemas de gestión en cinco áreas funcionales:
- Gestión de Configuración.
- Gestión de Prestaciones.
- Gestión de Seguridad.
- Gestión de Fallos.
- Gestión de Contabilidad.
La Gestión de Configuración
La Gestión de Configuración es el proceso de obtención de datos de la red y utilización de los mismos para incorporar, mantener y retirar los diferentes componentes y recursos que la integran. Consiste en la realización de tres tareas fundamentales:
- Recolección de datos sobre el estado de la red. Para ello generalmente se emplean dos tipos de herramientas que funcionan de forma automática: las herramientas de autodescubrimiento (auto-discovery) y las herramientas de autotopología (auto-mapping). La primera lleva a cabo un sondeo periódico de la red para averiguar qué elementos están activos y con qué características; la segunda averigua de qué forma están interconectados los distintos elementos de la red. Toda esta información se representa gráficamente mediante un mapa topológico.
- Cambio en la configuración de los recursos.
- Almacenamiento de los datos de configuración. Todos los datos obtenidos han de ser almacenados para obtener el inventario de red.
La Gestión de Prestaciones
La Gestión de Prestaciones tiene como principal objetivo el mantenimiento del nivel de servicio de la red.
La gestión de prestaciones basa sus tareas en la definición de unos indicadores de funcionamiento. Es decir, es necesario fijar una serie de criterios que permitan conocer cuál es el grado de utilización de un recurso. Los indicadores más utilizados se clasifican en dos grandes grupos:
- Parámetros de funcionamiento orientados al servicio. Miden el grado de satisfacción del usuario al acceder a los recursos. Los más importantes son la disponibilidad, el tiempo de respuesta y la tasa de error.
- Parámetros de funcionamiento orientados a la eficiencia. Miden el grado de utilización de los recursos. Básicamente son la productividad (throughput) y la utilización.
- Recogida de datos.
- Análisis de datos.
- Establecimiento de umbrales. Cuando se supera un determinado grado de utilización de un recurso se dispara una alarma.
- Modelado de la red. Se crea un modelo teórico para simular el comportamiento de la red bajo determinadas circunstancias.
La Gestión de Fallos
La Gestión de Fallos tiene como objetivo fundamental la localización y recuperación de los problemas de la red. Abarca dos tareas principales:- Detección e identificación de los fallos.
- Corrección del problema.
La Gestión de Seguridad
El objetivo de la Gestión de Seguridad es ofrecer mecanismos que faciliten el mantenimiento de políticas de seguridad. La Gestión de Seguridad se ocupa de los siguientes puntos:
- Identificación de la información a proteger y dónde se encuentra.
- Identificación de los puntos de acceso a la información.
- Protección de los puntos de acceso.
- Mantenimiento de los puntos de acceso protegidos.
La Gestión de Contabilidad
La Gestión de Contabilidad tiene como misión la recolección de estadísticas que permitan generar informes de tarificación que reflejen la utilización de los recursos por parte de los usuarios. Requiere la realización de las siguientes tareas:
- Recolección de datos sobre la utilización de los recursos.
- Establecimiento de cuotas.
- Cobro a los usuarios por la utilización de los recursos
Evolución de los Sistemas de Gestión
Las primeras redes tenían pocos nodos y cada uno de ellos tenía su propio administrador. Cuando surgía algún problema que afectaba a más de un nodo, los administradores correspondientes se ponían en contacto para solucionarlo. Este modo de gestión de red se denomina Gestión Autónoma.
Con el crecimiento del número de nodos la solución anterior ya no es eficaz. Por ello a principios de los ochenta aparecieron aplicaciones que posibilitaban la supervisión remota de los nodos de las redes. Sin embargo, cada aplicación sólo servía para redes que estuvieran compuestas por equipos de un mismo fabricante. Ésta es la denominada Gestión Homogénea.
Con la evolución de las redes la heterogeneidad de los recursos se hizo mayor, por lo que se desarrollaron sistemas de Gestión Heterogénea.
Más tarde fue necesario evolucionar haca los sistemas de Gestión Integrada, que permiten la utilización de un único Centro de Gestión válido para llevar el control de entornos heterogéneos. Para llegar a estos sistemas era necesaria una estandarización previa de la gestión de red. En la actualidad existen tres modelos fundamentales de gestión integrada:
- Gestión de Red OSI (Open Systems Interconnection (Interconexión de Sistemas Abiertos). Definido por ISO, con el objetivo de lograr la gestión de los recursos del modelo de referencia OSI.
- Gestión Internet. Definido por la Internet Society para gestionar el modelo de referencia TCP/IP.
- Arquitectura TMN Telecommunications Management Network (Red de Gestión de las Telecomunicaciones. Definida por la ITU-T. Más que un modelo de red, define una estructura de red basada en los modelos anteriores.
Exposición realizada por:
Gil, Ronald
Torres, María
Resumen elaborado por: Rosa Elena Carrera
Clase de fecha: Miércoles 09 noviembre 2011
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